Decidí escribir sobre Paraguay apenas unos días antes de que termine el plazo que teníamos para armar la revista, y fue en gran parte, para desmitificar algunas cosas que incluso yo, esperaba encontrarme en un viaje que emprendí y hoy agradezco haber hecho.
Podría comenzar diciendo que es un estado mediterráneo inserto en América del Sur o que su ubicación geográfica está entre las latitudes 19º 18`y 27º 30`y las longitudes 54º 19` y 62º 38`oeste del meridiano de Greenwich, o que limita al norte con la República de Bolivia; al noroeste con la República Federativa del Brasil y al suroeste y oeste con la República Argentina, pero con solo agarrar el viejo Kapeluz y buscar en la parte de Geografía lo encontraríamos y dejaría de tener sabor esta nota.
La República del Paraguay era antes del comienzo de la Guerra con el Brasil en 1864 y de la guerra de la Triple Alianza, el país mas desarrollado de Latinoamérica, contando con fabricas Metalúrgicas que le permitían la confección de por ejemplo armas para fortalecer su ejercito, y una producción agrícola admirable. Eso hacía que en el futuro, fuera la niña bonita del sur de América, algo que le molestaba tanto al Imperio Britanico, como a nuestro vecinos del Norte (sin ir mas lejos, los limites fronterizos con Argentina fueron fijados mediante el Tratado de 1876, salvo la zona del oeste (rio Pilcomayo), que fue arbitrada a favor del Paraguay por el presidente de los Estados Unidos de América, Rutherford Birchard Hayes, en 1877.) enojados por la audacia y la preponderancia nacionalista del Mariscal Solano López.
Por eso, un par de muchachos de Brasil, Uruguay y (como duele decirlo) Argentina, se juntaron y dijeron “Bueno che, a estos Paraguayos hay que hacerlos de goma, con esas ínfulas revolucionarias y con esa productividad estamos al horno, vamos a masacrarlos y después nos repartimos las tierras” y fue así que a fine de 1865, se libro una de las batallas (si así se pude llamarla) más sangrientas de la historia: LA GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA.
Imagínense, unos cuantos miles de soldados Guaraníes contra los ejércitos de tres países y la ayuda de la corona de turno; a la vista de cualquiera sería una ganga, pero terminar con los muchachos NO LES FUE TAN FACIL. Tal era la garra de los soldados paraguayos, que al doblegarlos después de tanta batalla, hicieron liquidar a todos los hombres del país: si, bien leyó, la orden dictada fue que ningún hombre mayor a los 10 años quedara vivo. 1.300.000 habitantes existían antes de la guerra, quedando reducida a 300.000 después de la misma, la mayoría sólo niños y mujeres. Y fue así como sin la falta de hombres, y la continuidad de saqueos políticos y militares, relegaron a estas hermosas tierras a lugares increíbles.
Tantos años después tengo la suerte de conocer este país y quedarme realmente admirado de muchísimas cosas. En primer lugar me gustaría primerear de antemano, diciendo que en Paraguay NO HAY HAMBRE; de hecho una de las cosas que causan admiración es como desayunan y cuantas comidas tienen durante el día, aunque todo tiene su porque, y nadie me lo explico mejor que el Tío Ramón: “En invierno se come bastante y se nutre bien el cuerpo, porque los calores insoportables del verano hacen que se consuma mas liquido que alimentos y se pierda un poco el peso”, me cuenta mientras se ríe y se come una exquisita empanada de carne y harina de mandioca.
El Departamento de San Lorenzo queda a 15 Km. de Asunción, y en estos últimos años se ha convertido en uno de los puntos de comercialización más grande de Paraguay.
A simple vista es un gran supermercado y da impresión ver la cantidad de alimentos principalmente, que aquí se ofrecen. Y cuando digo que es inmenso, es inmenso, calles y calles con sus veredas tapadas de comercios, incluso con vista a la calle, hacen un paisaje raro, casi bizarro comparado con nuestra ciudad por ejemplo.
Cuando digo que en Paraguay no existe el hambre lo digo con fundamento, ya que la producción interna es grandisima y en cada casa no faltan ni las verduras, ni las frutas y la carne necesarias para vivir, entonces uno pregunta cual es la palabra correcta a utilizar y simplificar la imagen que muchos tienen del país y sería: CONFORT, que no es lo mismo que hambre.
Aunque si es real que el desempleo es altísimo, y que la mayoría vive de la venta, tanto en locales como callejera.
Pero algo que me llamo poderosamente la atención fue un cartel que bregaba “Viva el gran Partido Colorado” y me decidí a interiorizarme en que significaba. Al preguntar por primera vez solo me respondieron que era un partido político, pero no me parecía que solo fuera eso y al indagar un poco más, encontré una de las causas del porque en Paraguay se habla poco de política y muchos están vencidos por el acostumbramiento.
El partido Colorado, de tendencia conservadora y nacionalista, fue fundado el 11 de septiembre de 1887 con el nombre inicial de Partido Nacional Republicano y salvo por breves periodos (1946 a 1946), desde su fundación ha sido el partido de gobierno en Paraguay. Entre 1947 y 1963 fue el único partido legal y por tanto única organización que podía presentar candidatos en cualquier proceso electoral. Uno de sus máximos referentes fue Alfredo Stroessner, que llevo adelante una dictadura sangrienta desde 1954 hasta 1989, silenciando medios, matando opositores y pisoteando cualquier intento de una democracia real, de hacer crecer el país y de levantar la voz en nombre de los Derechos Humanos.
Volviendo al tema económico, Paraguay conforma su P. B. I. con el 48% de producción de bienes de distintos tipos y el resto 52% está compuesto por los servicios.
Del total producido (48%), la mayoría está formado por las actividades agropecuarias que suman el 26.62%, correspondiendo el resto a los otros productos, como ser la actividad minera, energética, industrial, de comunicaciones, turismo, etc. O sea, la mayoría de lo que producen lo utilizan para consumo propio y se genera así una cadena que hace casi imposible que como sucede a kilómetros nomás de nuestra provincia, niños mueran de hambre.
Visitando Asunción me encontré con una ciudad modesta, y con la particularidad de no tener villas (en Paraguay no existe la villa, por eso lo del Confort, la mayoría vive en situación parecida pero no al limite de la indigencia).
Casualmente la unica villa que divise, estaba en la ribera del río Paraná. Que pasa por atrás el palacio presidencial y donde viven muy pocas personas, ya que existen escasas 10 o 12 construcciones precarias.
Otra cosa que tampoco pude encontrar hasta llegar a Asunción, fue la memoria y los derechos humanos, algo que me impresionó.
No podía dejar de preguntarme como después de tanto asesinato y tanto silenciamiento, no existía una fuerte memoria en el pueblo paraguayo y entonces fue cuando en la plaza principal, justo al lado del Palacio presidencial, observe unos monumentos (en muy mal estado) deteriorados que recordaban principalmente a las victima de la dictadura Stronissta, uno de los pocos puntos en contra que puede encontrarle al país hermano.
Podría seguir escribiendo montones de páginas más sobre esta hermosa experiencia, pero preferiría que sean ustedes quienes indaguen y conozcan más sobre nuestros vecinos, sobre lo que no nos dan en la escuela, sobre lo que a veces no queremos ver.
Sigo preguntándome: ¿Si Paraguay, tierra castigada si las hay, posee una producción interna que permite darle de comer a todos sus habitantes, como es posible que en un país como el nuestro, que produce casi tres veces más que cualquiera de los países fronterizos, que tienen inmensidad de tierra sin trabajar, mueran niños, hombres y mujeres por desnutrición, que falte el alimento que la distribución de la riqueza sea tan desmedida?
Fantasía o realidad?......
No hay comentarios:
Publicar un comentario